Nos levantamos con la sensación de tener un largo día por delante. De nuevo paisajes desérticos rumbo a la frontera con Suráfrica .Nos paramos en Karamburg, una ciudad-cruce con dos o tres supermercados junto a las gasolineras, donde se concentra la mayoría de los lugareños. Vemos a muchos Nama, una etnia de la zona, y a otros con fisionomía de bosquimanos. Desde aquí por pista de tierra entramos en el Kalahari namibiano. Desierto y desolación, sin cruzarnos prácticamente un coche en kilómetros. Después de unas dos horas llegamos a Aorab donde paramos para tomar un café, y cambiar dólares namibianos por Rands. Después de 35 kms llegamos a la frontera que será la mas rápida y eficiente hasta ahora. Ni 15 minutos en pasar los dos puestos de cada país: welcome to South Africa!
Una vez al otro lado nos adentramos en el Kalahari. Y decidimos acampar en Molopo Lodge, a unos 56 kms de la entrada en el Kgalagadi Transfrontier Park. Un camping de lujo, con exquisita decoración africana, piscina, cuarto de baño individual para campistas y avestruces a la entrada.
Los siguientes tres días estuvimos de safari dentro del Kalagadi Transfrontier Park en nuestro propio coche. Una zona de reserva enorme en medio del Kalahari que hace frontera con Namibia, Suráfrica y Botswana. Por lo que puedes entrar desde un país y atravesar hasta otro.
En el camino vemos dos o tres aldeas de bosquimanos, una etnia de gente pequeña, muy delgados y con caras muy características de pómulos y sienes muy marcadas, sin labios gruesos y boca siempre sonriente. Entramos por Two rivers o twee riverien , y acampamos en dos sitios, Mata Mata, a unos 130 kms de la entrada, y en Nosseb , a unos 160 kms, de esta última.
Durante estos días avistamos guepardos, muchos avestruces, oryx, springbocks, y una jirafa muerta siendo devorada por leones, mientras chacales y buitres esperan su turno. Intenso calor en esta zona solo compensado por las piscinas de los sitios de acampada. La primera noche, mientras preparamos la cena unos vecinos descubren una Cape Cobra amarilla de casi dos metros, muy venenosa que se mete en un agujero en el suelo de las ardillas y unos minutos mas tarde aparece al otro lado de la alambrada una gran hiena.
Un día, a unos 30 kms al norte de Nosseb nos cruzamos con tres leonas que vienen desde el rio. Casi ignorando nuestra presencia pasan junto a nosotros y durante centenas de metros andamos paralelamente. Mas adelante sorprendemos a otra Cape Cobra amarilla que es endémica en la zona y de esta vez hasta se levanta del suelo y abre su cuello amenazándonos antes de huir rápidamente entre los matorrales. Esa noche en el camping entraron chacales que ahuyentamos con las linternas.
En los días siguientes, seguimos viaje hacia el sur, en dirección de Upington, por carretera perfectamente asfaltada con dunas de tierra roja que van dando paso a áreas de lagunas de sal. Es la transición del Kalahari a la zona de North Cape. Upington nos parece una ciudad muy limpia y organizada, de grandes avenidas y muchos comercios, como un gran polígono de una ciudad europea. Continuamos dirección a Augrabies Falls para ver las famosas cataratas. Conseguimos permiso y acampamos dentro de la reserva, cerca de las cascadas. A pesar de en esta altura del año no llevar mucha agua, no deja de ser imponente la caída principal de unos 55 metros del rio Orange a más de 500 kms de su desembocadura en el Atlántico. Los miradores de la garganta del rio Orange son impresionantes.
Al día siguiente cogemos la carretera nacional en dirección a Springbock, kilómetros y kilómetros de paisaje desolador y monótono en los cuatro puntos cardinales con rectas interminables. Nos recuerda a los paisajes de Arizona, con grandes camiones a recorrer esta gran planicie a unos 1000 m sobre el nivel del mar y en medio de la nada. Llegamos a Springbok, una pequeña ciudad en la ruta entre Cape town y namibia, capital de Namaqualand y muy famosa por sus campos floridos en la primavera (en los meses de agosto y septiembre). También conocida por su conexión con la industria minera y del diamante. Y también por un curioso concurso de escupir heces de springbock(un tipo de impala) lo más lejos posible.
Seguimos camino por la ruta principal que lleva a Cape Town, llamada Route Cape-Namibia. La carretera atraviesa hermosos paisajes de montañas pedregosas en esta altura del año sin flores. Y hacemos noche en Nuwerus, en el Hardevel Lodge, dirigido por una señora de edad alemana que nos confiesa que no habla ni una palabra de alemán. Podemos acampar en su jardín, junto a un gallinero y un quiver tree, pero con un espacio muy acogedor que hace de cocina y sala de estar. Estamos próximos de Cape Town y por tanto próximos del reto de atravesar Africa de Norte a Sur. Y aunque nos queda gran camino hasta Mozambique, nos empieza a entrar cierta nostalgia del final del viaje.
Después de una noche fría, ponemos rumbo al Sur. Llegamos al Olofant River con zonas más verdes y cultivadas junto al rio, y con montañas cada vez más altas. Llegamos a Clanwillian, famosa por su embalse, de gran atracción turística para los que viven en Cape Town. Nos sorprendemos por gran número de personas de color en esta ciudad. Al final parece que seguimos en África, menos mal. En la oficina de turismo nos dan información de la zona, ya que esta ciudad es la puerta de acceso al Cederberg Wilderness, una zona protegida y salvaje de montañas y ríos. Y decidimos no continuar hasta Cape Town y explorar la zona. Visitamos una finca particular donde en el desfiladero de un rio se encuentran pinturas ancestrales de la etnia de los San, de hace mas de 5000 años. Curiosamente la finca se llama Art Rock Sevilla. La dueña había estado hace unos años en esta ciudad española, y le gustó tanto que decidió llamarla así.
Después nos adentramos en las montañas a través de una pista de tierra que recorre un precioso valle hasta Algeria. Es el corazón del Cederberg Wilderness. Acampamos en su magnifico camping junto al rio, con una piscina natural, y rodeado de altísimas montañas.
Estuvimos unos tres días por la zona, disfrutando de esta naturaleza tan virgen. Uno de los días subimos a pie hasta una catarata a una hora y media ascendiendo la montaña, donde disfrutamos de un merecido baño y de unas magnificas vistas del valle.
Continuamos camino por las montañas dirección sur hasta otro camping a Sanddrif. El camino por el valle es espectacular, pasando a otro valle, mas seco pero igualmente con otro rio. Aprovechamos para visitar mas pinturas prehistóricas en las rocas, en Saaldat caves. Allí nos encontramos con una pareja de ingleses, que nos aborda tras ver la matricula del coche. Ella, muy simpática vivió durante unos años en España y habla español bastante bien, con curiosidad por saber cómo habíamos llegado a tan remoto paraje. Acampamos también junto al rio, y nos bañamos en Malgaat, una poza enorme del rio donde como niños saltamos al agua desde grandes alturas en las rocas.
Después de tres días por Cederberg retomamos camino hacia el Sur adentrándonos en la famosa región vinícola, donde se produce y exporta gran cantidad de vino a todo el mundo.
Así llegamos a Ceres donde históricamente fue el primer sitio de producción de vino en Suráfrica. Después continuamos para Wellingtown donde visitamos una famosa estatua de Nelson Mandela y luego seguimos hasta Franschhoek, población de origen francés, con nombres de calles y comercios en esta lengua. Antiguamente este lugar fue colonizado por franceses expulsados por los holandeses desde Cape Town, y por eso en esta zona se produce tanto vino. En el camino cogemos un atajo a través de un puerto de montaña que resulta ser una carretera con muchas curvas junto a la garganta de un rio con numerosas pozas de agua. El calor es tanto que aprovechamos para un chapuzón. Acabamos el día en Stellenbosh, capital de los viñedos y bodegas de la región. Acampando en un camping a las afueras de la ciudad.
Al día siguiente visitamos el centro, considerada la segunda ciudad más antigua del país después de Cape Town. Es un valle rodeado de altas montañas en cuyas laderas asientan decenas de viñedos de diferentes bodegas, llamadas aquí “wineries”. Vale la pena visitar el centro a pie, sobre todo el museo de la ciudad. Después visitamos dos de los numerosos viñedos, Rustenberg y Delheim donde por unos 3 euros te daban una cata de 6 vinos diferentes.
Después de los vinos,” alegremente”, vamos a visitar a unos alemanes dueños de un hotel a las afueras de Stellenbosch, y que conocimos en una carretera en Gabón. Son padre e hijo (Hardy) que, sólos, hacían también la ruta de Africa de Norte a Sur desde Alemania pero que tuvieron que desistir por el mal estado de las carreteras y por no poder entrar en el Congo, ni en Angola. Y mandaron el coche por barco desde la capital de Gabón, Libreville hasta Cape Town. El hotel llamado Orangeville es una finca muy bien montada con vistas de las montañas. Para ellos fue una gran sorpresa ver que nosotros habíamos podido llegar hasta Suráfrica. Nos recibieron calurosamente e insistieron en que cenásemos con la familia y nos quedáramos a dormir en el Hotel. Resultó una noche formidable hablando de las aventuras del viaje y Hardy nos dio muchos consejos para visitar en Cape Town así como recorridos por la costa en dirección a Mozambique. Danke Hardy and family!
Al día siguiente, y finalmente tras 45 minutos por autopista con tráfico fluido entramos en el mismo centro de Cape Town (Ciudad del Cabo), dejando a nuestra derecha la famosa montaña de 1000 m de altitud que es rodeada por la propia ciudad. Es el Table Mountain. Sitios para acampar en la ciudad es imposible, solo en los alrededores de esta ciudad de más de 3,5 millones de habitantes. Despues de ver varios sitios para alojarnos con parking encontramos un hostal de backpackers céntrico llamado Capetownbackpackers, con parking gratuito. Mucho calor y esperamos la caída de la tarde para primer contacto con la ciudad. Y acabamos el día contento por haber cubierto una etapa mítica y un reto para muchos viajeros, atravesar por tierra de norte a sur todo el continente africano.
Estuvimos casi una semana en esta ciudad que dicen ser de las ciudades más bonitas del mundo. Subimos en funicular al Table Mountain con esplendidas vistas de la ciudad y la costa. También visitamos la playa de Camp Bay, zona elegante con playa bonita y muy animada.
Pasamos por Green Point y por el estadio de futbol, y la zona del puerto, Waterfront, con su oceanario. Una zona turística pero amena para pasear con focas siempre a tomar el sol en los pantalanes. En el centro, es aconsejable recorrer a pie el Craft Market hasta llegar a la catedral de San Jorge y los jardines. Una ciudad sin duda muy interesante, y mucho que ver. Al día siguiente cambiamos de Hostal, fuimos al Zebra Crossing, donde nos quedaríamos el resto de los días.
El coche llevaba días con un ruido extraño, parecía un problema de transmisión, asi que después de preguntar dimos con taller llamado Frank´s Motor, en Saltriver, cerca del barrio de Woodstock. Pero como era viernes solo podríamos dejar el coche el lunes, así que tendríamos que quedarnos el fin de semana por la zona. Aprovechamos los días para visitar Robben Island, una isla a unos 8 kms, donde Mandela estuvo preso unos 18 años, en la época del apartheid. Una visita guiada demasiado turística que te mete hasta dentro de su celda. Aun así vale la pena para hacerte una idea de los duros años de Suráfrica para los no-blancos.
También visitamos el Museo “6 District Museum”, donde se exponen numerosos documentos de un barrio expoliado por los blancos en la época del apartheid y arrasado para construcción de casas para blancos. También vale la pena el museo de arte “National Gallery”, con un interesante trabajo de Jane Alexander – The Butcher Boys.
El domingo lo aprovechamos para ir a Cape Point, el punto más al sur de Africa, junto al cabo de Buena Esperanza. Es conocido como tal, pero es falso, ya que es Cape Agulhas. También dicen que es el Cabo donde el Atlántico pasa a ser Índico, aunque también es tema de controversia. Lo que si es verdad es que lo venden como un cabo mítico. Así que pasamos por Muizenberg, para bajar por el lado este de la península y seguimos por la carretera de la costa en dirección sur hasta Simon Town donde paramos para ver una colonia permanente de pingüinos. Y después entramos en el Parque Nacional de Cape Point. Realmente el cabo (Cabo das Tormentas) es de foto, aunque hay mucha “ turistada”. Recorremos a pie los caminos hasta el primer y el segundo faro, con grandes precipicios. Son puntos emblemáticos por la llegada de los portugueses hace 5 siglos. El Cabo de Nueva Esperanza queda a la derecha donde tiramos una foto obligada de la placa después de esquivar a las decenas de japoneses. Algunos monumentos con forma de crucero recuerdan las llegadas de Bartolomé Días y Vasco de Gama a esta costa.
De vuelta a Cape Town lo hacemos por el lado Oeste de la península, pasando por carretera vertiginosa, con una puesta de sol espectacular. Pasamos la maravillosa bahía de Hout Bay. Y poco antes de llegar a Camp Bay avistamos a pocos metros de la costa 3 ballenas, rezagadas. Ya que en esta altura del año esta en la Antártida. Volverán entre junio y noviembre.
Llega el lunes y dejamos el coche en el taller. Nos dicen que es del CV Joint y que debemos cambiarlo. Las piezas tendremos por la tarde, pero acabarían por llamarnos para decir que solo el coche nos estaba listo hasta el día siguiente. Aprovechamos para cambiar filtro de aceite y aceite. Nos vamos paseando por el curioso barrio de Woodstock hasta llegar al centro y la famosa y siempre muy ambientada calle Long Street, llena de restaurantes, bares y tiendas. Quizás el mejor sitio para tomar una copa por la noche. Al día siguiente ya tenemos el coche como nuevo y con pena dejamos esta fantástica ciudad.