MOÇAMBIQUE – Escapada a Zambézia, Nampula y Cabo Delgado (Dezembro 2012 – Janeiro 2013)

Aprovechamos los días después de Navidad en que el quirófano del hospital cierra para la cirugía programada hasta el nuevo año, y  que tenemos menos pacientes ingresados, para escaparnos con el coche rumbo al Norte. Esta vez somos tres, con nuestro amigo canil, Djambo.

Así que a unos 40 kms de Beira nos desviamos por un atajo de pista de tierra de unos 200 kms que nos mete directamente en la provincia de Zambezia, llamada así por ser cruzada por uno de los grandes ríos africanos, el Zambeze donde se encuentran los cocodrilos mayores de Mozambique. En Caia atravesamos el ancho río por el puente nuevo inaugurado en 2009 con el nombre del presidente del país (Armando Guebuza). En el mismo día llegamos a Quelimane, capital de la región y del ananás. La ciudad conserva muchos edificios de la época colonial  y numerosas terrazas para refrescar la garganta. Es curioso porque es la ciudad de las bicicletas,con las bici-taxis con trasportín tapizado. Pasamos la tarde con nuestra amiga Miriem, simpática barcelonesa del mundo que habíamos conocido en Beira. Para dormir fuimos a un camping en la playa de Zalala, a unos 30 kms donde a la mañana siguiente nos dimos un baño relajante en sus cálidas aguas antes de seguir viaje.

Nuestro próximo destino ese día es llegar a Nampula, casi 600 kms por una carretera sorprendentemente muy bien asfaltada. Ya se notan los progresos del país. Hace 5 años, hicimos este camino y era una auténtica tortura, a pesar  del maravilloso paisaje. Como es el inicio de la época de lluvias, el paisaje es  de un verde intenso salpicado de baobabs y enormes montañas de roca lisa que nos recuerdan a elefantes gigantes. Nampula es la capital de la región con el mismo nombre y sede de la antigua tribu de los “macua” con dialecto propio. La ciudad ya la conocíamos, y después de una rápida vuelta  por el centro, acampamos  a unos 14 kms , en dirección a Cuamba. Se trata de una finca enorme rodeada de montañas de roca con un lago de nenúfares y cocodrilos, llamada  Nairuco (parada obligatoria para “overlanders”).

Continuamos viaje hasta nuestro destino final, Pemba, capital de la región más a norte y costera de Mozambique junto a la frontera de Tanzania. Es la región de Cabo Delgado. Entre otras cosas famosa por ser donde comenzaron los enfrentamientos anticoloniales contra los portugueses hace unos 40 años, y por tener el paradisiaco archipiélago de las Quirimbas. Las carreteras están mejorando en estos últimos años y nos hace pensar que la región de Sofala, cuya capital es Beira, donde vivimos, se encuentra marginalizada en este sentido con carreteras y pistas en muy mal estado, fruto de desintereses políticos por parte del gobierno central. Decir que vas a  Pemba en Mozambique es como decir en España que vas a quinto pino o en Portugal al “cu de Judas”, con perdón. Considerando que queda a casi 3000 kms de la capital del país, Maputo. Pemba forma con la costa una preciosa bahía llena de baobads últimamente amenazada por el descubrimiento de yacimientos de gas natural y petróleo en sus costas y en la propia bahía. Un camping en la bahía en lugar privilegiado, desparecerá en pocos meses, para limpiar este paraíso natural y convertirlo en puerto con instalaciones para explotación de tan rica materia prima. Según nos informamos se llenará de trabajadores y empresas de USA e Italia creando cierta indignación en los locales que no están contratados por falta de formación, con la convicción de que una vez más el dinero recaudado por el país será para renovar la flota de cochazos del gobierno, con nuevas mansiones y nuevas inversiones a nombre de los dirigentes y familiares. Como alguien dijo en la película de “Los diamantes de sangre”: “TIA, o sea This is Africa”.

Y así pasamos los últimos días de 2012 ,disfrutando de esta calma y cálida ciudad con su famosa playa “Wimbi Beach”  de arena blanca y mar turquesa. Acampamos junto a la playa en Russell´s Place, llamado también Pemba Magic Lodge, dirigido por un australiano. Días de descanso con paseos fabulosos por la playa, compartiendo con miles de locales la entrada en el nuevo año. Al más puro estilo portugués con 12 pasas y “cava” sudafricano (encontramos un sitio que vendían uvas a 8 euros el kilo, y como que no!), pies dentro del agua del mar y fuegos artificiales, y así entramos en 2013 con nuestros mejores deseos también para la familia y amigos en España y Portugal en estos tiempos “ revueltos “ y de crisis.

Los últimos días de nuestras pequeñas vacaciones aprovechamos para ir todavía más al norte. Conseguimos llegar en coche hasta Quissanga donde dejamos el coche y atravesamos en bote a motor hasta la histórica isla de Ibo, y corazón del archipiélago de Quirimbas, un conjunto de casi 30 islas paradisiacas, algunas de ellas con Resorts de revistas de turismo de altura. La isla de Ibo, mayoritariamente musulmana conserva casas y fortalezas de origen portugués  de la época de la ruta hacia las Indias. Nos quedamos un par de noches en los bungalows “Karibuni”, que en dialecto (Suaili) significa Bienvenidos, simple y económico. Casi el único sitio donde nos dejaban tener al perro. Por ser de mayoría musulmana, y en general todo el Norte de Mozambique, el perro es considerado animal “no deseado” que ellos llaman como “aramo”, por lo que muchas veces pasear con Djambo, incluso con correa es como si pasearas con un “alien”…realmente difícil de comprender. Se ve que la expresión de que es el “mejor amigo del hombre” nunca llegó a estas latitudes. Aun así, la isla merece la pena visitar, así como ir a pie con la marea baja, y cruzando por el medio de los manglares a la vecina isla más al sur llamada Quirimba. Una caminada de dos horas y media, no apta para todos los turistas. La isla,con menos interés histórico, tiene una aldea entre cocoteros que ofrece una acogida más cálida al atrevido turista, quizás por ser menos visitada. Menos mal que a la vuelta, con la marea alta solo puedes volver en bote.

En el último día quisimos ir hasta la cercana isla de Matemo, destino de turistas “adinerados” que llegan desde la costa en avionetas, pero el día amaneció tormentoso y el mar enfureció lo suficiente como para que el pescador que nos llevaba en su bote nos convenciese de desistir. Por lo que ese mismo día iniciamos la maratoniana vuelta hacia el Sur, 1600 kms hasta Beira. Hicimos parada en la famosa playa de Chocas, cerca de la Isla de Mozambique (que ya conocíamos de hace 5 años) y que dio nombre al país. También paramos nuevamente en Nampula. Elegi el paraiso de los Montes Nairuco, para celebrar el dia de mi cumpleaños. La última noche fue en las márgenes del río Zambeze, una noche de lluvia intensa y tormenta que nos hizo recordar que habíamos entrado en plena época de lluvias, y el final de esta mini-aventura.

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